María Alicia Judis, es ingeniera agroindustrial egresada de la Facultad de Agroindustrias, actualmente secretaria de Investigación, Ciencia y Tecnología de la Universidad Nacional del Chaco Austral.
En el año 1978 decidió iniciar la carrera de ingeniería agroindustrial siendo este uno de sus sueños más importantes. En aquel momento, la sociedad vivía bajo otros paradigmas, por lo que no era muy común que una mujer decida ser ‘ingeniera’, ya que dicha profesión parecía estar destinada solo a hombres. Pero esto no le iba a impedir a aquella jovencita ir por su sueño. Fue así que se encontró siendo la única mujer en el aula, entre un amplio grupo de varones, que comenzaban a cursar la carrera. Esta situación no la inhibió ni la amedrentó para nada ya que estaba decidida a lograr su objetivo y demostrarle al mundo que como mujer también era muy capaz. Pero si la llevó a tener que soportar diversas situaciones donde primaba el “machismo” y el pensamiento social casi unificado que se basaba en creer que eran otras las profesiones adecuadas para las mujeres, como profesorados o la docencia en general, pero las ingenieras no figuraban en esa lista. Sin embargo esos conceptos sociales no estaban afianzados en su vida ni tampoco en la de sus padres, por lo cual se veía con total libertad para seguir su sueño.
Su ambición por alcanzar sus metas y las ganas de demostrar a los demás que como mujer también era idónea para lograr culminar dicha carrera, iban a llenarla de fuerzas y energías para seguir. “Tuve que soportar a profesores que no podían aceptar mi capacidad de estudio y de retener conocimiento”, comenta Alicia Judis, hoy entre risas. “Recuerdo una ocasión en la que un profesor me dijo, con enojo, que parecía una bacteria, porque no paraba de trabajar un instante y eso me llevaba a obtener muy buenas calificaciones”, dice sonriendo. Entonces también trae a memoria que “hubo ocasiones en las que me mandaron a la casa a ponerme una pollera antes de rendir, impidiéndome hacerlo con pantalón y zapatillas, por el solo hecho de ser mujer”.
A pesar de los comentarios poco alentadores tanto de sus propios compañeros como de muchos de sus profesores e incluso de los obstáculos en el camino, siguió adelante con mucho esfuerzo y esmero. Fue así que en el año 1983, después de cinco años de ir contra la corriente y con excelentes calificaciones, María Alicia Judis egresaba como Ingeniera Agroindustrial en la Facultad de Agroindustrias de la ciudad de Sáenz Peña, Chaco. Haciendo realidad su sueño y junto a otras valientes mujeres en aquella época, marcaban un precedente para que más mujeres puedan animarse a luchar por lo que anhelan conseguir en su vida.
Años después muchos de los profesores, cuyos patrones culturales en aquel entonces no les permitían aceptar que una mujer podía estudiar una lo que se creía una ‘carrera para hombres’, la llamaron para invitarla a trabajar juntos en diversas temáticas de investigación. “Hoy nos vemos y nos saludamos con mucho cariño, entendiendo que todos formamos parte de un proceso de avance e inclusión de la mujer en distintos ámbitos”, explica.
Otros logros profesionales
A pesar de haber alcanzado esta meta, lejos de dar por finalizada su etapa de formación profesional, siguió estudiando cada vez más para perfeccionarse en esta labor. Fue así que hizo una Maestría en Educación Sicoinformática en la Universidad Nacional de Lomas de Zamora y el Doctorado en la UNNE en la Facultad de Ciencias Exactas en Química (específicamente Química de los Alimentos). Además se formó como docente investigadora Categoría I del Sistema Nacional y es profesora titular con dedicación exclusiva de la cátedra Industrias Alimentarias II de la carrera de Ingeniería en Alimento. Hace varios años fue decana y Secretaria de Investigación de la FAI.
Sus sueños personales
Pero la ingeniera Alicia Judis, como mujer también tenía otros sueños que incluía el de formar una familia junto a un esposo que la acompañe en cada etapa y el de ser mamá. Y no estaba dispuesta a relegar ninguno de estos. Fue así que se casó con un hombre que hasta la actualidad es su esposo, con quien tuvo tres hijos y hoy tienen un nieto. “Él fue una parte esencial para toda mi etapa de crecimiento personal y profesional”, resalta en referencia a su compañero de vida, su esposo. Recuerda que “él se ocupaba de nuestros hijos cuando yo debía viajar para realizar algún curso”. “Algunas veces lo acercaba al más chiquito cuando fui Decana de la universidad para que le dé de mamar”, menciona con mucho amor y orgullo por aquel hombre que siempre la acompañó en cada una de sus etapas profesionales. En este sentido, cuenta con humor que “incluso hasta algunas mujeres criticaban y miraban de reojo la manera que teníamos de ayudarnos el uno al otro”.
Mes de la Mujer
La doctora e ingeniera hoy se encuentra cumpliendo sus últimos años de trabajo al frente de la Secretaría de Ciencia y Técnica de la Universidad Nacional del Chaco Austral, ya que esta pronto a jubilarse. Durante todos estos años se dedicó, y sigue haciéndolo, a la formación de cientos de mujeres y hombres en la labor de investigación científica, su gran pasión.
Hoy se encuentra realizada profesionalmente y rodeada de mucho afecto que a diario le brindan su familia, compuesta por su esposo, sus tres hijos (ya adultos) y su nietito, pero también por la familia universitaria que la valoran y respetan por su loable labor.
En el mes de la Mujer, desde la Universidad Nacional del Chaco Austral honramos su tarea diaria, destacando que fue una de las mujeres precursoras en el ámbito profesional que debió enfrentarse a arraigados paradigmas culturales para poder alcanzar sus sueños. Nos enorgullece enormemente tenerla entre nuestros profesionales académicos por su gran nivel profesional y por su calidez como persona.